La Ley chilena establece la obligatoriedad de implementar un Programa de Educación Sexual en los establecimientos educacionales para promover el desarrollo integral de los estudiantes. El objetivo es educar en conceptos de afectividad, sexualidad y género basados en evidencia científica, fomentando conductas de autocuidado, respeto a la diversidad y toma de decisiones responsables. Se busca fortalecer valores como el respeto, la empatía y la inclusión en las relaciones interpersonales y sociales, involucrando activamente a las familias en estas actividades educativas.